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Estudio sobre la creación de una Unidad de Calidad de Vida
Fundación General Universidad de Salamanca; Centro de Referencia Estatal de Atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias del IMSERSO. [(Programa Cooperación Transfronteriza sobre Envejecimiento España-Portugal (POCTEP)].
La persona con demencia necesita oportunidades (de relación y de actuación) que le ayuden a compensar el sufrimiento que supone percibir su deterioro (errores, dificultades, olvidos…), a ser lo más competente y capaz posible y a sentirse respetado, aceptado y querido a pesar de sus actuales circunstancias.
Este proyecto ha consistido en poner en marcha una Unidad de Calidad de Vida (a partir de ahora, UCV) (recurso temporal -de 5 meses de duración- de atención diurna) para personas con demencia basada en el Modelo de Calidad de Vida y en la Atención Centrada en la Persona. En esta UCV han participado 8 personas (como Grupo Experimental) diagnosticadas con demencia en un estadio leve y leve/moderado que vivían en su entorno natural (solos o en familia). Para conocer el efecto en las personas, de esta experiencia se ha contado con un Grupo Control (formado por otras 7 personas), con características parecidas en relación a su enfermedad y a su contexto de vida, y que no han acudido a ningún otro recurso. También se ha analizado el efecto de esta experiencia en los familiares y en el personal de la UCV, así como en el Centro de Referencia Estatal de Atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias del IMSERSO en Salamanca, en el que ha tenido lugar la iniciativa.
BENEFICIOS DE LA EXPERIENCIA
Para las personas con demencia esta experiencia ha sido muy beneficiosa puesto que ha mejorado diversos aspectos de su calidad de vida (como su bienestar emocional, relaciones interpersonales, inclusión social, desarrollo personal); han presentado mejoras importantes en su capacidad y deseo de decidir (autonomía) demostrando una mayor implicación e iniciativa en la realización de actividades, desempeño de roles y asunción de responsabilidades. Además, han mejorado en sus capacidades cognitivas (orientación, memoria, lenguaje y praxis) y han mantenido sus capacidades funcionales (independencia en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria).
Para los familiares ha resultado muy positivo ya que han mejorado su forma de ver y de apoyar a su enfermo (descubriendo capacidades que no conocían), por acceder a información sobre recursos y aprender criterios para su selección, y por la convivencia con otros familiares y enfermos, en un ambiente de confianza y aceptación mutua.
Para los profesionales de la UCV por su aprendizaje y mejora en el modo de relacionarse y de ejercer su rol profesional; tanto con las personas con demencia, como con sus familiares y entre si (trabajo en equipo interdisciplinar).
Para el CRE de Atención a personas con enfermedad de de Alzheimer y otras demencias del IMSERSO y sus profesionales ha supuesto el inicio de un proceso de mejora para avanzar más en la mejora de la calidad de vida de las personas con demencia.
La calidad de vida es, y será cada vez más, un aspecto esencial en todos los recursos de atención a las personas con demencia. Saber cómo desarrollar formas de organización y de trabajo para lograrlo, nos va preocupar y a ocupar a todos los que estamos comprometidos con las personas con demencia, en su vida cotidiana y en los recursos asistenciales.
Autor: Lourdes Bermejo García, Directora del Estudio y Creación de una Unidad de Calidad de Vida.
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