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31/05/12

Donar cerebros es impulsar la investigación

La única manera de diagnosticar Alzheimer, Parkinson o Kerutzfeld-Jacob -la enfermedad de las vacas locas- con seguridad es con la autopsia. Enfermedades como el Alzheimer se diagnostican mediante tests estandarizados que combinan la historia clínica, pruebas cognitivas y características neurológicas como la reducción del volumen cerebral mediante técnicas de imagen -MRI, PET… Pero, a pesar de ello, no se puede asegurar el diagnóstico hasta que no se examina el tejido cerebral y se encuentran las placas amiloides y los ovillos neurofibrilares característicos de la enfermedad. 

Por eso es tan importante que dones tu cerebro, para que haya una gran cantidad de muestras disponibles sobre las que los científicos puedan realizar sus estudios. No sólo son necesarios los cerebros de personas que padecieron demencias, los tejidos sanos también son necesarios para la investigación. Por ejemplo, actualmente se está realizando un estudio sobre personas que no desarrollaron demencia, pero tenían las lesiones características de la enfermedad.
 
¿Qué debes hacer para donar tu cerebro? En el Banco de Tejidos de la Fundación CIEN, BT-CIEN encontrarás una solicitud de información y las preguntas más frecuentes, cuando envíes la solicitud recibirás toda la información necesaria y el consentimiento formal. Sólo si firmas ese consentimiento y lo envías, serás donante. 
 
Alberto Rábano, director del Banco de Tejidos BT-CIEN, nos explicó en La mesa redonda "Los retos del Alzheimer" que el BT-CIEN es uno de los pocos centros en el mundo que albergan, en un mismo edificio, un Banco de Tejidos junto a un centro de atención geriátrica y laboratorios de investigación. Lo que tiene dos ventajas, conocer la historia clínica de los donantes y recuperar el tejido muy poco tiempo después del fallecimiento del donante. Se trabaja para obtener el mayor número posible de muestras de tejido cerebral con el objetivo de seguir avanzando en la investigación. Gracias a su labor, se espera conseguir la importante cifra de 150 donaciones en 2012.
 
¿Qué se hace con los cerebros? Para lograr que las muestras sean realmente útiles, es necesario disponer de ellas como máximo 2 horas después de la muerte. Se extrae el cerebro y se separa en dos mitades. La derecha se guarda en un congelador a -80º C, por si en el futuro hicieran falta más muestras del donante y la izquierda se prepara para la investigación, cortándola, laminándola y tiñéndola para que las diferentes estructuras celulares que la componen sean visibles. Después se coloca en el microscopio para hacerle un estudio histológico, que permita verificar el diagnóstico.
 
La muerte no es el final de la vida para los cerebros, sino el comienzo de un viaje que les permitirá prestar un gran servicio a la sociedad, colaborando en la investigación de las demencias. 
 
 
Fundación CIEN
Blogue 21 May 2012
 
 
05/06/2012. 9:33 am

Fundación CIEN escreveu:

Desde la Fundación CIEN os queremos agradecer la difusión de este articulo y animar a las personas a donar su cerebro para la investigación científica, ya que de esta manera colaboramos en ofrecer a los investigadores el material que necesitan para seguir avanzando hacia el mejor conocimiento de las enfermedades neurodegenerativas. Un saludo

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